Tom Bowen

Thomas Ambrosius Bowen nació el 18. April 1916 en Brunswick, Victoria. Murió el 28. Octubre de 1982 , a la edad de 66 años. Fue el tercer hijo y único varón de William y Norah Bowen, que en 1910 emigraron de Inglaterra a Australia. 

Sus padres eran creyentes, hacían obras de caridad para ayudar a los pobres y eran generosos y amables con quien necesitase de su hospitalidad. Desde muy pequeño Tom tuvo que ceder su cama a quienes requerían de esta ayuda y aprendió temprano lo que significaba ayudar a los demás


Ya que su padre no creía mucho en la educación académica puso fin a la formación escolar de Tom después de la octava clase. Tom empezó su vida laboral como lechero y más tarde trabajó como carpintero siguiendo los pasos de su padre. En 1941 se casó con Jessie McLean y se mudó a Geelong, donde trabajó primero en el puerto y más tarde en la industria del cemento. 

Tom Bowen era un gran deportista. Le gustaba ir a nadar e ir en bicicleta, los sábados por la tarde hacía de árbitro de partidos de cricket y de más mayor se aficionó pasó al Bowling sobre césped. Además Tom fundó un Club deportivo para Jóvenes. Como aficionado a los deportes en general pasó mucho tiempo con jugadores de futbol, donde podía observar a masajistas deportivos realizando su trabajo. Ahí empezó a dar masajes él mismo a jugadores lesionados, aprendiendo de Ernie Saunders, un famoso terapeuta de Melbourne. Los dos intercambiaron experiencias e influenciaron mutuamente el trabajo del otro. Tom Bowen se formó en anatomía a partir de libros y desarrolló su propia técnica a base de experimentar sin cesar 

Durante el periodo que trabajó en la industria del cemento conoció a Stan Horwood, el cual lo invito a su casa para probar dicha técnica. La mujer de Stan, Rene Horwood en aquel momento tenía una peluquería que no iba nada mal y aconsejó a Tom en temas de negocios. Después de la muerte de su marido Stan, Rene se convirtió en la secretaria de Tom. 

Al principio de los años 50, la mujer de Tom enfermó de Asma y acudía con frecuencia al hospital a causa de los continuos ataques. Tom desarrolló para ella una serie de movimientos específicos, que le aplicaba siempre que ella sufría un nuevo ataque de asma. Estos movimientos en combinación con las pautas alimentarias que él mismo le dió a su mujer, lograron que no tuviese que volver a ser ingresada en el hospital. 

Tom era conocido por tratar a personas sin recursos sin pedir nada a cambio y en otros casos, trataba a personas aceptando trueques como forma de pago. Cuando se casó su segunda hija no tuvo que gastar dinero en el banquete, en la el coche ni en el fotógrafo. Hasta su propio entierro fue gratis, ja que había tratado al propietario de la empresa funeraria. 

Tom Bowen empezó a tratar a sus compañeros en la fábrica de cemento, a partir de 1959 empezó a dar sesiones en casa de los Horwood. Poco después dejó su empleo en la fábrica, alquiló una consulta, empleó a Rene como secretaria y empezó a dedicarse únicamente a su tratamiento. Se llamaba Osteópata, una designación que por aquel entonces aún no estaba tan claramente definida. Cuando quiso registrar su trabajo, los funcionarios le explicaron que no era necesario. Sin necesidad de propaganda, su consulta fue creciendo rápidamente. A parte de personas Tom también trataba a animales, a los que tenía un cariño especial y sabía intuitivamente qué era lo que les pasaba. Cambió de domicilio y consulta varias veces, su tercera y última consulta estuvo en la calle Villamanta A causa de su excelente reputación, la gente acudía de todas partes para recibir su tratamiento. Trabajaba en dos salas con dos camas cada una. En una tercera sala trataba a jugadores de futbol gratis todos los sábados. Los domingos por la mañana visitaba la prisión de Geelong donde trataba a los presos. Como reconocimiento por su servicio a la comunidad, se le condecoró por la Dirección de la Policía.  

Los horarios de oficina de Tom Bowen eran de las 9 a las 11 de la mañana y de las 2 a las 4 de la tarde, durante las cuales solía tratar a unas 60 personas diarias. Cada cliente recibía un número de espera al entrar en la consulta. Por las noches, a menudo visitaba a personas en sus casas cuando éstas no podían acudir a la consulta a causa de su estado de salud. Lo cual sumaba unos 100 pacientes diarios en sus mejores tiempos. Al principio trataba a todos los clientes en camas. Después de 20 años de práctica vió por primera vez una camilla de masajes y pidió dos para su consulta de inmediato. Tom Bowen era de una generosidad particular y no pedía dinero a cambio de su tratamiento a niños, personas con discapacidades, embarazadas, pobres y jugadores de futbol

Tom y Renee

A finales de los años 70 cuando a causa de la diabetes perdió una pierna, dos de sus alumnos siguieron adelante con su consulta. En cuanto se recuperó un poco retomó su trabajo, primero en silla de ruedas y más tarde con una prótesis. Aun así lograba tratar 14 clientes en una hora y seguía desarrollando nuevos movimientos y tratamientos para los problemas individuales de sus pacientes. A veces llamaba a Rene por teléfono muy pronto por la mañana para decirle que había logrado encontrar los movimientos indicados para éste u otro paciente. 

Tom llevaba un aparato auditivo en los últimos años ya que empezó a padecer sordera. Se comunicaba con Rene a menudo leyéndole los labios, apagando el aparato diciendo que el sonido le molestaba o que no quería comunicarse. Para sus ayudantes desarrolló un idioma con símbolos manuales a través de los cuales les daba indicaciones como p.ej: darle la vuelta al cliente, acordar visita para la semana que viene, ayudar a paciente a levantarse, etc. 

En los años 70 el gobierno dejó registar a todos los quiroprácticos, osteópatas y demás. A pesar de que Tom cumplía con absolutamente todos los requisitos prácticos fue rechazado ya que no poseía un diploma de ninguna Academia reconocida. Esto lo afectó muchísimo, ya que por este hecho sus clientes no podían solicitar a las aseguradoras sanitarias la cobertura para sus tratamientos. 

Tom Bowen poseía un don especial, que le permitía intuir desde el primer momento el origen del problema de cada paciente, aplicando los movimientos correspondientes de forma verdaderamente eficaz. Trabajaba a un ritmo increíble con un ayudante en cada sala. En 1973 Tom tenía una consulta grande con un 88% de mejora tras un solo tratamiento. En 1975 el gobierno hizo investigaciones acerca de métodos alternativos de curación (WEBB REPORT) y concluyó que Tom trataba a 13000 pacientes al año. 

Muchas personas querían aprender de Tom. Algunos se quedaban un día, otros se quedaban una semana observando como trabajaba. El era muy cuidadoso en escoger a quien dejaba observar y aprender. Al final fueron sólo 6 personas a las que enseño la técnica por completo. Enseñándoles durante 2 años y medio un día a la semana. Llamó a sus aprendices sus „Boys“. Cada vez que descubría y entendía algo nuevo se lo comunicaba inmediatamente , y así siguió hasta su muerte en 1982.  

Cuando su primer nieto nació con discapacidad, Tom vió que su ayuda era muy limitada. De ahí surgió, su deseo de intensificar su ayuda a personas discapacitados. Su consulta estaba abierta durante toda la semana a personas discapacitadas, sin necesidad de pago por el tratamiento que recibían. Un amigo suyo y un alumno le ayudaban y siguieron esta práctica aún 12 años después de la muerte de Tom. 

Sus „boys“ fueron Oswald Rentsch (masajista), Keith Davis (quiropráctico), Kevin Neave (quiropráctico), Nigel Love (osteópata), Romney Smeeton (quiropráctico), Kevin Ryan (osteópata). Ellos pasaron mucho tiempo con Tom en diferentes momentos de su trayectoria. Estos hombres eran profesionales en el ámbito de la salud con sus propias consultas cuando estaban aprendiendo de Tom. 

El primero de los „boys“ fue Oswald Rentsch. Era masajista y conoció a Tom Bowen en 1974 en Adelaide, en una conferencia acerca de métodos de curación alternativos. Le pidió a Tom aprender de él, el cual para su sorpresa accedió y acordó con su secretaria que Oswald Rentsch debía empezar el próximo miércoles. 

Ya que Oswald vivía a más de 2 horas de la consulta de Tom, no creía que lo visitaría muy a menudo. Pero la mujer de Oswald, Elaine que había sufrido lesiones vertebrales de niña se convirtió en paciente de Tom. Durante dos años y medios Oswald y Elaine visitaron la consulta de Tom hasta que abrieron la suya propia en Hamilton. Tomaron como modelo la consulta de Bowen, quien les siguió visitando hasta su muerte, corrigiendo algunos movimientos y aconsejándoles. Oswald anotaba y documentaba el trabajo de Tom y éste corregía las anotaciones y dibujos.

Cuatro años después de la muerte de Tom, Oswald y Elaine Rentsch comenzaron con la enseñanza: En 1986 tuvo lugar su primer curso en Perth, ellos fueron quienes pusieron la técnica Bowen en un formato que se pudiese enseñar . Para ello, contactaron a las otras cinco personas que también habían aprendido de Tom directamente. Ninguno de ellos estaba interesado en impartir cursos ya que estaban muy atareados en sus consultas. 

Tres de ellos (Keith Davis, Nigel Love, Romney Smeeton) más tarde visitaron cursos de los Rentsch; seguían sin estar interesados en la enseñanza, pero confirmaron que el trabajo de Bowen se estaba interpretando correctamente. 

Oswald y Elaine Rentsch en 1987 fundaron la BOWEN Therapy Academy of Australia. En los años siguientes se dedicaron a difundir la técnica original BOWEN®. Actualmente hay más de 100 instructores en todo el mundo que difunden este método. 

Desde que se fundó la BOWEN Therapy Academy of Australia en 1987 han surgido otras 12 asociaciones en diferentes países para instruir en el método de Bowen.  

Cuanto más famosa se hacía la técnica, más plagios aparecieron en Australia y demás países, los cuales en mayor o menor grado todos se diferencian de la técnica original y la visión de la que partía Tom Bowen.  

El objetivo y deber de la Academia BOWEN® de Australia es enseñar y preservar la técnica en su estado original, impartiéndola a través de instructores cualificados, asegurando que sea conservada para las siguientes generaciones. 

No hay sustituto para lo original.

Bowen